China donará US$ 2,000 millones para combatir el COVID-19
El mandatario chino aseguró que su país tiene la intención de apoyar en particular a las naciones más pobres.
Xi Jinping, presidente de China, anunció en la asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la asistencia de US$ 2,000 millones que dará su país en los próximos dos años para apoyar a los países más afectados por el COVID-19.
También subrayó que las vacunas que China consiga desarrollar contra la enfermedad, “estarán disponibles como bien público global con el fin de que sean accesibles y asequibles para todos los países en desarrollo”.
Aseguró que su país trabajará junto al resto de economías del G20 para suspender la deuda a los países más pobres, como parte de las medidas para superar la crisis economica derivada de la emergencia sanitaria.
Actualmente, el COVID-19 ha causado más de 300,000 muertes en el planeta, y ha generado, según el Banco Mundial, una crisis económica sin precedentes que aumentará los índices de pobreza mundiales, especialmente en los países más vulnerables y con menos recursos.
En medio de la polémica
Jinping también afirmó que China está a favor de una “evaluación completa” de la respuesta mundial al nuevo coronavirus una vez que se haya controlado la epidemia. En un discurso retransmitido a través de video en Ginebra, Xi aseguró que su país “siempre” mostró “transparencia” y “responsabilidad” ante la epidemia.
Sus declaraciones ocurren en medio de las últimas afirmaciones que han sido llevadas a cabo por el presidente Donald Trump y parte de su círculo, las cuales han acusado de forma directa a China por la pandemia generada por el COVID-19.
Asamblea Mundial de la Salud
La reunión de la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), el órgano decisorio de la OMS, busca coordinar la respuesta a la pandemia de coronavirus, un encuentro bajo amenaza de confrontación directa entre Estados Unidos y China.
Numerosos jefes de Estado, de gobierno y ministros tiene previsto hablar en el encuentro, que debe concluir el martes.
En la apertura, el secretario general de la ONU criticó a los países que “ignoraron las recomendaciones” de la OMS para responder a la pandemia, y estimó que el mundo paga un “alto precio” por esas estrategias divergentes.