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La competencia entre países por adquirir insumos médicos para encarar el COVID-19 pone en tela de juicio la colaboración internacional

 La competencia entre países por adquirir insumos médicos para encarar el COVID-19 pone en tela de juicio la colaboración internacional

Pese a que las empresas han doblado su producción, es insuficiente ante la demanda mundial.

La crisis del COVID-19 ha generado que la alta demanda de insumos médicos necesarios para hacer frente a la pandemia, sea motivo de que países pertenecientes a las mismas alianzas políticas, fronterizas o militares estén protagonizando diversos choques en su lucha por obtenerlos.

Actualmente, el mundo enfrenta una desesperada lucha contra el coronavirus. Cada país y gobierno encaran distintas medidas que han tenido que tomar de frente a la pandemia del COVID-19 y en ese escenario la demanda de insumos médicos se ha disparado a nivel global. Pese a que la producción de insumos como mascarillas, respiradores y ventiladores médicos se ha triplicado, no consigue darse abasto. Cada vez son más las autoridades que reportan haber sido víctimas de prácticas legales, aunque no muy decorosas, que han dejado a sus ciudadanos sin los insumos médicos que necesitaban para poder encarar la pandemia.

Las reglas de la economía de mercado, como la de vender al mejor postor o dar preferencia al cliente que más compra, son parte de algunas de las practicas que se están aplicando de forma “salvaje”.

Europa

En Francia, Renaud Muselier, presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, en Russia Today, denunció que un cargamento que debía llegar desde China, fue comprado por estadounidenses, quienes ofrecieron más dinero en efectivo, causando que el avión, que tenía como destino Francia, partiese ese mismo día a Estados Unidos.

En Alemania, las autoridades del país europeo acusaron a Washington de «confiscar» en Tailandia un cargamento de 200.000 mascarillas comprado para la policía de Berlín. Esta denuncia, surgió poco después de la de Francia. «Consideramos que esto es un acto de piratería moderna. No se trata así a socios transatlánticos», dijo el ministro del Interior alemán, Andreas Geisel, quien instó a Estados Unidos a respetar y cumplir las normas internacionales.

España, uno de los países más golpeados por el COVID-19, ha sufrido en las últimas semanas intentos de países como Turquía e incluso de sus propios vecinos europeos, como Francia, de retenerle pedidos de equipos de protección individual (EPI) que estaban en rumbo al país.

 

 

América Latina

En Brasil, a través del periódico brasileño O Globo, se dio a conocer que el gobierno brasileño «perdió» un pedido de productos médicos que había encargado a China. El vendedor, según informó la noticia, prefirió priorizar a EE.UU. por encima de Brasil, Francia y Canadá después de que hicieran una adquisición mucho más grande.

Perú, por su lado, es uno de los países que actualmente se encuentra en el dilema respecto a mandar un avión a China a recoger sus compras. El ministro de Salud, Víctor Zamora, señaló en una entrevista a BBC Mundo lo siguiente: España nos ha asegurado que no hay problema en que aterricemos en su aeropuerto y sigamos. Pero en el camino hay otros puntos, ¿y si me detengo en Turquía, qué va a pasar? Las reglas están cambiando muy rápidamente.

En Costa Rica, el presidente de la Caja Costarricense de Seguro Social, Román Macaya, informó que el país tiene actualmente problemas con la logística de aprovisionarnos de artículos estratégicos. «Por eso es que hemos hecho un llamado de tratar de blindarnos como país, en la medida de lo posible, con el autoabastecimiento. Hemos estado en conversaciones con grupos de ciudadanos, gente muy técnica, muy capaz, y con empresas establecidas en el país para la fabricación local de EPI, de respiradores y hasta el desarrollo de kits de diagnóstico».

La “agresiva” demanda estadounidense

«Nosotros necesitamos las mascarillas. No queremos que otras personas las consigan», dijo Trump en una conferencia de prensa. «Si la gente no nos da lo que necesitamos para nuestro pueblo, vamos a ser muy duros».

Además, el presidente Donald Trump, ha dejado claro que no quiere que las empresas exporten el material médico que puede necesitarse en EE.UU., lo que ha hecho que varias empresas productoras de equipos médicos de ese país, estén en la mira de la Casa Blanca.

Se estima que países desarrollados como EE.UU. solo tienen reservas de entre 40 y 45 millones de mascarillas, lo que apenas supone entre el 1% y el 1,5% de la demanda total.

Necesaria cooperación

Aunque organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se muestran más optimistas y siguen apostando por la colaboración entre gobiernos para hacer frente a la pandemia, el COVID-19, que actualmente afecta a 1,5 millones de personas, ha puesto en tela de juicio la confianza y colaboración entre Estados.

Ha «sacado la peor cara» de gobiernos y de la economía de mercado. «Suena a un ‘sálvense quien pueda’ «, asegura, Manel Peiró, de Esade, quien además aseguró que, de no existir la cooperación internacional, será muy difícil hacer frente a este escenario.

Prensa2

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